Conocer en qué consiste la depuración de aguas residuales es mucho más que información. Nos ayuda a tener mayor concienciación en nuestros hábitos en el uso del agua y todo lo que arrojamos al alcantarillado.
Por eso, desde Aqua Química, hemos elaborado un artículo en el que te contamos los tres procesos necesarios para recuperar las aguas residuales.
3 tipos de procesos en la depuración de aguas residuales
Antes de nada, hay que ser conscientes de que deben realizarse pretratamientos para eliminar aquellos sólidos más grandes. Todo esto es fundamental ya que el agua está llena de residuos -y algunos objetos sorprendentes- que deben pasar por rejas y filtros primero.
Entre estos pretratamientos se incluye el desbaste, el desarenado y el desengrasado, en el que se erradican los aceites, grasas o espumas flotantes.
Después, el agua está lista para ser analizada. En función de su contenido, también se elabora la estrategia para asegurar su limpieza. Así se busca la técnica de depuración más oportuna.
En general, podemos distinguir entre estas 3 clases de procesos:
- Eliminación por procesos biológicos. Esta tiene como objetivo erradicar aquellos materiales biodegradables, fósforo, nitrógeno, etc. que están disueltos y en suspensión. Se consigue convirtiéndolos en sedimentos y gases.
- Depuración por procesos químicos. Cuando los análisis demuestran que las aguas están contaminadas con tóxicos, se requiere de otro tipo de procesos, entre los que destacamos la fluctuación, oxidación o neutralización de PH.
- Limpieza por procesos físicos. Al igual que en el pretratamiento, aquí se emplean filtraciones o tamizados pero de partículas mucho más pequeñas.
Aunque hay más detalles que no están incluidos en este artículo, esperamos que te haya dado una perspectiva general de lo que está incluido en la depuración de aguas residuales.
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