El sector de las aguas residuales está volcado en los planes de futuro. Los avances de la tecnología han permitido trazar planes concretos hacia un modelo saludable de economía circular.

Además, los avances tecnológicos también han permitido planificar la conversión del residuo en recurso (ver artículo ya publicado “Convirtiendo residuo en recurso gracias al tratamiento de aguas residuales«).

También compartimos en el blog el ilusionante proyecto de aprovechar los azúcares del agua para crear envases biodegradables en la entrada “Tratamiento de aguas residuales para envases biodegradables”.

Sin embargo, para concretar estos proyectos e implementarlos 100% en las plantas depuradoras, aún deben vencerse 3 retos.

La legislación no le sigue el ritmo a la tecnología

El primer obstáculo que el sector reconoce es que la tecnología avanza a un ritmo tan rápido que la legislación no le sigue el paso. Aunque exista la voluntad de ayudar y colaborar por parte de la Administración, actualmente no existe una estructura fluida para conseguirlo.

Mientras que la gestión de las aguas se reserva a los ayuntamientos, son los ministerios los que aprueban las leyes por las que deberemos regirnos. Este cuello de botella hace que los proyectos aprobados tarden demasiados años en llevarse a la práctica.

Algo que mejoraría la situación es estandarizar las normativas para toda Europa.

Concienciación, una tarea pendiente

Aplazar proyectos que podrían transformar el paradigma actual y generar un modelo consolidad y definitivo, demuestra la falta de concienciación.

El agua es un recurso limitado y debe actuarse lo más rápido posible. Entender los costes de la no evolución es primordial.

La falta de apoyo financiero

A estas alturas todos sabemos que para consolidar proyectos de cambio es necesario un sustento económico. Desde el sector solicitamos a los organismos oficiales que el tratamiento de aguas residuales forme parte de la agenda y sea destinatario de fondos.

Los equipos de investigación han hecho un esfuerzo mayúsculo que puede hacerse una realidad si estos 3 factores se superan.

Aqua Química responde a las necesidades del presente del agua pero también apuesta por un futuro aún más responsable con el planeta.