El agua dulce es el recurso más importante para la humanidad, es un bien necesario para todas las actividades sociales, económicas y ambientales. No obstante, no se está tratando bien. Si todo sigue igual, el planeta deberá hacer frente a un déficit global de agua del 40% de aquí a 2030. Eso está a la vuelta de la esquina.
Se celebró el 17 de Junio, el Día mundial contra la desertificación y la sequía. Los informes de los expertos son desoladores: la desertificación afecta aproximadamente a la sexta parte de la población mundial, al 70% de todas las tierras secas, equivalente a 3.600 millones de hectáreas, y a la cuarta parte de la superficie total de tierras del mundo.
Esta es la conclusión a la que llega el último “Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo 2015”. El informe subraya que es apremiante cambiar los métodos de uso y gestión del agua. “Ante el constante aumento de la demanda de agua y la explotación excesiva de las reservas subterráneas, tenemos que cambiar nuestro modo de llevar a cabo la evaluación, gestión y utilización de este recurso del que depende nuestro futuro” declaró la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova.
España es uno de los países desarrollados que sufre en mayor medida el problema. Un 40% de sus 504.782 km2 de superficie se encuentra amenazada por procesos de desertificación, una cifra que va en aumento sostenido. ¿Las razones? Una mala gestión de los recursos hídricos, prácticas agrícolas inadecuadas, construcción desmesurada de infraestructuras, y a un desarrollo urbanístico litoral mal planificado.
Una demanda en aumento. Nunca como ahora nuestro planeta ha estado tan sediento. Está previsto que el sector agrícola (el que más agua demanda), aumente su producción hasta en un 100% en los países desarrollados. La demanda del sector industrial también tiende a aumentar, lo cual hace que la presión ejercida sobre los recursos hídricos se acreciente. Según las previsiones, en el periodo 2000-2050 el aumento de la demanda de agua del conjunto de la industria mundial se va a cifrar en un 400%.
Entre las razones esgrimidas por los expertos para tan sombrío panorama están: el regadío intensivo de tierras cultivadas, el vertido incontrolado de productos químicos en los cursos de agua y la falta de tratamiento de las aguas residuales –que afecta al 90% de las aguas de esta clase en los países en desarrollo– entre las principales.
En conclusión, la gestión el agua sigue sin efectuarse de manera sostenible. Uno de los objetivos que nuestra empresa, AQUA QUIMICA persigue desde su fundación es este: “Devolver a la naturaleza sus recursos tal y como los tomamos, para que en el futuro nuestros hijos puedan seguir disfrutando de ellos.” Si, AQUA QUIMICA pone todos sus medios humanos y técnicos al servicio de la calidad del tesoro más importante que tenemos: el agua. Debemos aprender a administrar este recurso vital de forma sostenible.