No hay duda de que la ósmosis inversa resulta imprescindible en el tratamiento de las aguas residuales e industriales. Ahora bien, ¿qué distingue a la ósmosis de la ósmosis inversa? Le resolvemos todas sus dudas mediante el presente artículo.
La importancia de la presión
Por un lado, la ósmosis consiste en un fenómeno físico de vital importancia en la fisiología celular de los seres vivos. Este fenómeno se basa en la lucha por el equilibrio. Al juntar dos fluidos con distinta concentración de sólidos diluidos, estos se disolverán haciendo que la concentración quede completamente uniforme. Cada fluido está separado por una membrana. Así que el líquido que hace el paso de juntarse al otro atravesando la membrana es el que tiene menor concentración de sólidos diluidos. Llamamos presión osmótica a la diferencia en contenido en agua de cada lado de la membrana, cuando haya pasado un rato desde que se ha producido la disolución.
Por otro lado, en el caso de la ósmosis inversa se emplea una presión superior a la presión osmótica. De esta manera, el resultado físico es justamente el contrario: los fluidos traspasan la membrana y los sólidos no. Así se produce la separación y purificación del agua. Por lo tanto, cuando hay masas de agua residuales o industriales sucias, el proceso de ósmosis inversa permite disociar el agua del resto de componentes disueltos en ella.
Objetivos alcanzados con la ósmosis inversa
Dados los buenos resultados de este tratamiento, se está trabajando en la evolución de los sistemas y cada vez son más avanzados. El objetivo es conseguir resultados más puros sometiendo los fluidos a más baja presión.
Gracias a la ósmosis inversa se consigue obtener agua purificada y de calidad proveniente de aguas residuales, industriales y del mar.
En Aqua Química le ofrecemos todo lo que necesita para el tratamiento de las aguas.