Dondequiera que haya vida, hay agua. Y no se trata de una coincidencia, pues cada gota de agua tiene extraordinarias cualidades que la hacen esencial para todos los seres vivos.
El planeta Tierra tiene integrados sus propios métodos naturales para ser autosuficiente. Uno de ellos es el ciclo del agua, el tratamiento de aguas natural y primigenio.
Por si no lo sabías, existe una ciencia llamada biomímesis que persigue el conocimiento de la naturaleza como inspiración para aplicaciones humanas. Así que conocer el ciclo del agua es la base de cualquier tratamiento de aguas residuales o industriales.
¿Qué es el ciclo del agua?
El ciclo del agua es la denominación que recibe el conjunto de procesos naturales por medio del cual el planeta dispone de agua en diferentes estados limpia en todo momento.
Para empezar, el ciclo comienza en las montañas. Allí nace el agua de fuentes naturales y se distribuye a lo largo de ríos que van a parar al mar.
Debido al calor del Sol, el agua se evapora en diferentes puntos del proceso, pero en especial en el mar. Al evaporarse, se desecha cualquier tipo de impureza o suciedad y asciende hasta la atmósfera.
Una vez el vapor de agua se condensa y llega a la atmósfera, se forman nubes. Estas acaban por precipitarse sobre el suelo de nuevo en forma de lluvia, granizo o nieve. Y el ciclo vuelve a comenzar.
De acuerdo con algunos cálculos, cada año se recicla agua de forma natural la equivalencia a cubrir toda la superficie terrestre casi un metro.
En la actualidad, la actividad industrial y las formas de vida del hombre crean más suciedad en las aguas de la que puede asimilar la naturaleza por sí misma.
Mientras creamos un modelo de vida alternativo, nos complace dedicarnos al tratamiento de aguas y poner nuestro granito de arena para conseguir un presente y futuro más limpios.